Las viviendas que entregó el IPV fueron construidas por cooperativas de trabajo. Con esa modalidad se ejecutan obras en diferentes barrios capitalinos.
Una jornada de gran alegría se vivió en la Capital pues el Gobierno de la Provincia entregó hoy 20 viviendas, 2 en el barrio El Cambio y 18 en San Calixto. El beneficio no es solamente para los nuevos propietarios sino también para las cooperativas de trabajo que estuvieron a cargo de la construcción por intermedio del Instituto Provincial de Vivienda (IPV).
Las casas que tienen 56 m2 con tres dormitorios, cocina-comedor, baño completo y lavadero, son parte de un proyecto de 126 unidades habitacionales distribuidas en distintos barrios de la ciudad para familias vulnerables.
En barrio El Cambio, el presidente del IPV Gustavo Carrizo indicó que las viviendas fueron desarrolladas íntegramente por cooperativas salteñas y que ya fueron entregadas cerca de 80 casas con esta modalidad en los barrios El Cambio, La Unión, San Calixto y Primera Junta. «No solo desarrollamos nuevos hogares sino también damos trabajo, lo tratamos de hacer en Salta Capital como en el interior de la Provincia «, dijo.
Agradecimiento de beneficiarios y cooperativas
Andrés Ávila recibió hoy su casa. Dijo que “Gracias a Dios se nos dio, llegó el día tan esperado. Hace dos años se nos prendió fuego la casa, perdimos todo y ahora vamos a poder tener de vuelta nuestra casa. Después de lo que pasamos no sabíamos cuando íbamos a tener de nuevo nuestra casa, estamos emocionados”. Agradeció al Gobierno y a la cooperativa Mirando al Futuro.
También Mariela se mostró emocionada y con lágrimas dijo «Recibimos nuestra casa. Cuando se nos quemó la casa nuestros hijos perdieron muchas cosas. Les hacía falta tener su espacio. Soñábamos con esto todos los días y hoy se nos cumplió».
El presidente de la cooperativa Mirando al Futuro, Daniel Corregidor, indicó «estamos finalizando un pequeño ciclo, compartimos la felicidad con los beneficiados. Quiero agradecer al gobernador Gustavo Sáenz porque sin su ayuda nosotros solos, como cooperativas, no hubiésemos podido terminar estas viviendas. Quedan las puertas abiertas para cuando nos necesite el Estado. Somos familias que trabajamos, queremos que el Estado siga apoyando a las cooperativas».