Actualmente, unos 300 mejoramientos y más de 50 casas se encuentran en ejecución a través de las Cooperativas de Trabajo en La Caldera, La Viña, Campo Quijano, Rosario de la Frontera y General Güemes.
Distintos programas del Instituto Provincial de Vivienda permiten la articulación con municipalidades de todo el territorio y la consecuente generación de fuentes de trabajo, a través de la participación de las Cooperativas. La ejecución de casas con esta modalidad también permite el crecimiento de las ventas de corralones del interior. “Cada casa en construcción es un pequeño motor económico y laboral para las poblaciones del interior. Ya no representan sólo el sueño para las familias que las habitarán, sino para los vecinos que trabajan en ellas”, dijo el presidente del organismo Marcelo Ferraris.
Durante su recorrida por localidades del interior el funcionario supervisó la ejecución de viviendas y mejoramientos con participación de Cooperativas de Trabajo, que son controladas por las comunas de los distintos pueblos.
Durante la última etapa, visitó la construcción de 30 mejoramientos en San Antonio de los Cobres, departamento Los Andes, correspondientes al Programa Federal de Integración Socio Comunitaria, que se ejecuta con la participación de las cooperativas Salta Oeste 4, Salta Norte 3 y Ciudad Norte, que generan fuentes de trabajo para 48 obreros locales.
Los módulos consisten en una cocina-comedor, baño completo y un lavadero, con una superficie cubierta de 27 m2.
Actualmente, unos 300 mejoramientos y más de 50 casas se encuentran en ejecución a través de las Cooperativas de Trabajo en La Caldera, La Viña, Campo Quijano, Rosario de la Frontera y General Güemes.
Precisamente, en los próximos días 136 familias accederán a casas y mejoramientos en Cafayate, El Galpón y General Güemes.
Ferraris destacó la posibilidad de generación de trabajo genuino que brinda el programa en cuestión, además de capacitar a los obreros en tareas específicas y garantizar el acceso a mejores condiciones de vida de habitantes del interior, impedidos de acceder a planes tradicionales del organismo.
Las obras se realizan a través de los municipios, que son los responsables de seleccionar a las familias beneficiarias y de firmar los contratos con las cooperativas.
Por otra parte, al derivar el IPV los fondos a las municipalidades, estas proveen los materiales necesarios que adquieren a proveedores de la región.
“Con la construcción de viviendas el interior encuentra respuestas a las inquietudes diarias de la microeconomía, que en definitiva, es la más importante de la vida familiar”, indicó Ferraris.